Relájate tía, eres una histérica

¿Histérica quién?

¿A cuántas nos han llamado histéricas alguna vez (como sinónimo de locas de remate, claro)?

Hoy te contamos de dónde viene la palabra Histeria, cómo se ha concebido a lo largo de los siglos, y las barbaridades que se han llegado a hacer para “curar” a las mujeres que padecían esta enfermedad a lo largo de la historia.

Y es que no fue hasta 1952 que la Asociación Americana de Psiquiatría desacreditó la histeria como enfermedad.

¿De dónde viene la palabra “Histeria”?

Histeria” viene del griego “hysteron”, que significa útero.

¿Por qué se asocia a las mujeres?

Egipto, 1.900 a.C. Un papiro define la histeria como “enfermedad caracterizada por perturbaciones del útero”. 

«El útero, cuando no tiene lo que desea, se rebela y se desplaza de manera imprevista por el cuerpo

Esta idea persiste hasta el siglo XIX. 

En la antigüedad clásica, Platón afirmaba que «el útero es un animal que vive en la mujer con el deseo de hacer hijos

«Si no hay embarazo, se indigna y se mueve por todo el cuerpo, enfermándonos

Edad Media, llega la religión.

En la Edad Media, la histeria se relaciona con el Diablo. Las mujeres histéricas estaban poseídas e iban a la hoguera.

En el siglo XIX, una mujer no podía hacer lo mismo que un hombre por riesgo a volverse histérica.

Ser mujer prácticamente constituía una enfermedad.

 

Mentes pensantes: Freud y Miller Beard

Freud no tardó en aparecer y explicar que la histeria proviene de traumas que infantilizan la sexualidad femenina.

En 1859, el neurólogo George Miller Beard, listó todos los síntomas de la histeria en 75 páginas. Entre ellos: el drama, la inocencia, facilidad para mentir, inconformidad, seducción… Casi cualquier comportamiento, vaya.

Si con esto ya estás flipando, espera a conocer los tratamientos que usaban.

Al relacionar cualquier síntoma con un útero disfuncional, la solución pasaba por “curar” las tensiones sexuales femeninas.

  • En el siglo III aC, empezaron con masajes genitales.
  • En la Edad Media, inventaron la subfumigación, un quemador que desprendía humo hacia la vagina para estimularla.
  • En el siglo XIX, empezaron las duchas pélvicas (agua a presión).

Un hombre blanco hetero descubre el orgasmo femenino.

En la época victoriana en Inglaterra, la solución más común era el “paroxismo histérico”, un orgasmo provocado por masturbación asistida del médico.

Por aquel entonces, no se consideraba orgasmo, ya se pensaba que las mujeres no podían tener orgasmos.

Un hombre blanco hetero inventa el vibrador.

La estimulación manual provocaba dolores y molestias musculares a los médicos.

Por eso, un médico británico inventó el vibrador en 1870 (para curar la histeria, no para dar placer).

En 1902 se empezaron a comercializar los primeros vibradores como un electrodoméstico más.

Y así fue el fin de la histeria como enfermedad, y el nacimiento del vibrador.

Dime, ¿cómo te quedas?

¿Conocías todo este bagaje cultural de la histeria?

Si te ha gustado, comenta, comparte: ¡entre todas reescribimos nuestra historia! 

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